No podemos entender la maldad del ser humano, nuestra Pelolais era la perrita más tierna que habíamos conocido, ella solo esperaba que alguien le diera comida y se quedaba esperando en un rinconcito del peaje lateral norte de Lanco.
Hoy cuando fuimos a verla nos encontramos con esta lamentable noticia...
Estamos seguros que en este momento te encuentras gozando de una alegria eterna, jugando con los ángeles y con tu guatita llena.
Podríamos haber subido las fotos de tu cuerpo tendido con muchos jotes muertos a tu alrededor que demuestra que el veneno que usaron en ti era el más letal y desgraciado... pero preferimos recordarte por siempre como eras... nuestra pelolais cariñosa.