Hoy me contaron

Hoy me contaron que llegó un perro hambriento a nuestra cuadra, creen que está perdido, al preguntar sus características me doy cuenta enseguida que es otro perro abandonado…

Que fácil solución para quienes cometieron este crimen, que feo ejemplo de vida estamos dejando a quienes recién se están formando, enseñando la irresponsabilidad como una conducta valida de vida.

Un perro abandonado se siente tan desorientado, que nos es capaz de moverse del lugar donde fue dejado, la característica principal de estos animales es que no son capaces de buscar su propia comida como lo hace cualquier perro callejero “adaptado” (que doliente expresión, adaptado a sufrir), a resistir bajo estas deplorables circunstancias.

A pesar de ser varias las familias cristianas que existen en la cuadra, solo una se compadeció de este animal, dándole comida mientras esperan que retornemos a Lanco, esta es la misma familia que hace menos de una semana acogió en su hogar otro perro de la calle.

Solo Dios sabe que si estuviera en nuestras manos remediarles la vida a todos estos pobres animales que no pidieron venir al mundo y menos ser abandonados, lo haríamos. Pero la realidad es otra, esto se podría solucionar en un mediano plazo, si cada unos de nosotros pusiéramos una cuota de solidaridad y responsabilidad.

Mientras esperamos que este cambio de actitud comience, nos siguen llamando para preguntar a qué hora estaremos en Lanco.