14 feb 2010

Otro perro de la calle

Mientras trataba de ahuyentar una leva de perros, cual lastimosa era la realidad al ver esa perra en condiciones de desamparo, hambrienta y temerosa, recordé un libro que nos dice en sus líneas:

En la medida que una sociedad tolera el abuso animal por parte del hombre, abre el camino para que este se acostumbre a percibir el sufrimiento animal, sin dolor o sin remordimiento, lo cual a su vez, contribuye a que abuse de otro ser humano, sin sentir algo que lo detenga. Esto es, se le permite provocar o ver el sufrimiento, sin dolor.
Un niño que se le enseña el derecho moral de los animales, a comprender lo que vive y siente su mascota, y aprende a cuidarla y no abusar de ella, no abusará de otras personas cuando crezca, y dedicará parte de su vida en cuidar de otros y evitarles sufrimiento. Por el contrario, un niño que vierte su violencia o su frustración sobre un animal y no es recriminado por ello, o es incluso festejado, con facilidad será un adulto que vierta su violencia hacia otros seres humanos, sin que ello lo altere."

Dedicarse unos minutos a ver lo que sucede en nuestras calles de Lanco, notoriamente saldrá la poca y nada empatia que demuestran las personas frente a estos episodios, pero cuando alteran su habitualidad recién en ese momento gritan y exigen a las autoridades, al vecino o quien esté a su alcance que hagan algo con los perros de la calle, porque son un "peligro", tanto así que escriben al diario austral de Valdivia, en cartas al director, las calles están llenas de cacas de perros, pero que hacen para remediar esto --- NADA --- y esto es gracias a la Ley de irresponsabilidad que gobierna sus vidas.

Hasta que no admitan y asuman su rol de amo responsable con sus mascotas, seguiremos viendo animales sufriendo en nuestras calles, gracias a estos "seres humanos", que no comprenden que el verdadero peligro son ellos mismos, no los perros de la calle.


Quien se hará cargo de esta perrita cuando este preñada, porque al verla en ese estado la solidaridad, el cristianismo, la hermandad, no estará hacia ella por el temor de que ese animal vaya a parir en su casa. Y los dueños de estas mascotas no se sentirán en lo mínimo tocados en su conciencia “humana", y puedo testificar que varios de ellos reprochan ver perros en las calles.

No acabo de realizar está tarea cuando veo aparecer en el lugar una perra en busca de comida, se nota que parió hace poco, a esta hora no quiero pensar cuantos perros tuvo y cuantos de ellos llegarán a la calle.





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